Muerte súbita en el deporte
El deporte es un factor de prevención de riesgos cardíacos debido a los beneficios que genera en el corazón y en el conjunto del organismo. Para reforzar estos efectos positivos los deportistas deben asumir un compromiso con su salud y prevenir riesgos cardíacos. La muerte súbita es una amenaza en el ámbito del deporte ante la cual se debe estar preparado para reaccionar apropiadamente.
La Fundación Española del Corazón (FEC) define la muerte súbita como “aparición repentina e inesperada de una parada cardíaca en una persona que aparentemente se encuentra sana y en buen estado”. Por tanto, un deportista que en plena sesión de ejercicio sufre una muerte súbita encaja en este perfil, ya que se presupone que se encuentra bien a nivel de salud.
Según los datos de la FEC, en España fallecen anualmente unas 127 personas a causa de la muerte súbita tanto en la actividad deportiva como en la hora posterior. Los síntomas de estos paros cardíacos repentinos no son fáciles de apreciar, lo cual acelera el proceso por el que el afectado pierde la conciencia, su corazón deja de irrigar el organismo y eleva el riesgo de fallecimiento.
Una de las claves de la muerte súbita deportiva se relaciona con la edad de los afectados. Es a partir de los 35 años de edad cuando se multiplican los peligros. La pertenencia a los grupos de riesgo cardíaco eleva los riesgos de problemas cardíacos.
Los resultados reflejan la importancia de acudir a revisiones médicas regulares, sobre todo en los mayores de 35. Los electrocardiogramas y las pruebas de esfuerzo son los sistemas más eficaces para conocer cómo está el corazón y a qué exigencia se le puede someter.